La fragilidad en personas mayores influye en la evolución hospitalaria tras un infarto

Un estudio en el que participan investigadores de IBIMA demuestra la importancia de considerar el estado geriátrico del paciente, más allá de la edad, para una atención más personalizada

Un equipo de investigadores de IBIMA Plataforma BIONAND en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria y perteneciente al Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), ha analizado la relación entre la fragilidad, el estado nutricional y la evolución clínica de personas mayores ingresadas tras sufrir un infarto. Sus hallazgos, publicados en la revista European Journal of Cardiovascular Nursing, revista de referencia mundial en el ámbito de los cuidados cardiovasculares, subrayan la necesidad de incorporar estos aspectos del estado general del paciente mayor en la toma de decisiones clínicas.

El infarto de miocardio es una de las principales causas de hospitalización y mortalidad en adultos mayores. A pesar de compartir diagnóstico, no todos los pacientes mayores evolucionan del mismo modo, y su respuesta al tratamiento y recuperación puede variar significativamente en función de su estado de salud previo.

Por ello, conocer y valorar de forma integral aspectos como la fragilidad o el estado nutricional resulta clave para una atención más efectiva y adaptada a cada persona.

La fragilidad es un síndrome caracterizado por la disminución de la fuerza, resistencia y función fisiológica, lo que hace a los pacientes más vulnerables ante situaciones de estrés como una hospitalización o una intervención médica. No se trata solo de aspectos físicos, también son importantes factores psicosociales como el aislamiento, el estado de ánimo, la falta de apoyo social o la dependencia.

El estado nutricional, que influye en la capacidad del organismo para reparar tejidos, responder a infecciones y tolerar tratamientos invasivos.

La edad, un factor clave para el estudio

En la actualidad, la edad sigue siendo uno de los principales factores a la hora de aplicar protocolos de tratamiento en pacientes con infarto. Sin embargo, esta aproximación puede no reflejar adecuadamente la situación real de cada persona. Este estudio pone de manifiesto que tener en cuenta factores como la fragilidad o el estado nutricional puede mejorar la atención y favorecer una recuperación más adecuada y segura.

El equipo de investigación analizó datos de pacientes mayores ingresados por infarto, evaluando su fragilidad y estado nutricional al ingreso y relacionándolos con su evolución hospitalaria. Entre los principales hallazgos destacan:

  • Mayor riesgo de complicaciones en pacientes frágiles: Los pacientes con fragilidad presentaron una mayor incidencia de complicaciones durante su estancia hospitalaria, incluyendo infecciones, insuficiencia cardíaca y eventos adversos relacionados con la medicación.
  • Impacto del estado nutricional en la recuperación: Aquellos pacientes con malnutrición o en riesgo nutricional tuvieron una peor evolución, con estancias hospitalarias más prolongadas y mayor riesgo de deterioro funcional tras el alta.
  • Necesidad de un abordaje individualizado: Los resultados subrayan la importancia de evaluar la fragilidad y el estado nutricional en la práctica clínica habitual para adaptar los tratamientos y optimizar la recuperación de estos pacientes.

La importancia de un abordaje integral

Estos hallazgos refuerzan la necesidad de un abordaje integral en los cuidados cardiovasculares, que combine la experiencia de profesionales clínicos de la medicina, la enfermería y la psicología. Este enfoque multidisciplinar permite valorar no solo las condiciones clínicas, sino también el entorno emocional y social de cada paciente, con el objetivo de ofrecer una atención verdaderamente personalizada y humanizada.

«Este estudio demuestra que no solo la edad, sino el estado geriátrico general del paciente, puede marcar la diferencia. Adaptar el tratamiento a cada persona es fundamental para una mejor recuperación”, explican los investigadores del estudio, el Dr. Manuel Jiménez Navarro y el Dr. Francisco Javier Pavón.

Un reto pendiente: más estudios con población mayor

A día de hoy, sigue existiendo una limitada representación de personas mayores en muchos ensayos clínicos, lo que dificulta la elaboración de recomendaciones específicas para este grupo de población. Nuestro equipo trabaja activamente en cubrir este vacío mediante estudios que ayuden a comprender mejor las necesidades clínicas de los pacientes mayores con enfermedades cardiovasculares.

Referencia del estudio

📖 Jiménez-Salva M, Carmona-Segovia A, Molina-Ramos AI, et al. Older adults with acute coronary syndrome: The impact of frailty and nutritional status on in-hospital complications. Eur J Cardiovasc Nurs. 2025 Jan 7:zvaf006. doi: 10.1093/eurjcn/zvaf006.

https://academic.oup.com/eurjcn/advance-article/doi/10.1093/eurjcn/zvaf006/7945114

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